martes, agosto 09, 2005

TESTAMENTO [Un Minuto de Silencio]

He aquí lo que se desmantelará en el tiempo
Cuando el cuerpo este cansado de tejer la carrera forzada
Cuando las lágrimas se sequen en el concreto que cegará la claridad del día
Se cerrarán las puertas del mundo que me vio crecer sin pena ni gloria
Y los sarcófagos del infierno arrasarán la bestialidad que nunca consumió mi vida
Triste estaré de no haber cumplido con mis ideales
Ni mi pensamiento, ni mi cobardía son el remedio para cortar el paso de una cinta roja por las sábanas negras
El corcel detuvo su agitado paso, se dejo tentar por la idiotez
Y perturbó la magia que existió en tiempos de respirar y existir
Daré mis ojos a quienes quieran cambiar la rutina que estirpe en mis pasos
Condecoraré con mis piernas y mis brazos a quienes deseen resistir la envidia del mundo
De mi corazón solo regalaré mi sensibilidad y mis lágrimas
No obstante, un pañuelo caerá sobre mi alma y no saldrá del mundo
Estará rondando el silencio de lo incomprensible, de lo bizarro y lo cúbico de un bostezo
Ahí estaré para quienes quieran que mi recuerdo este vivo
Y saltaré en las nubes de almidón
Donde invente un sueño, fui un creador de fantasías de niño
Y sonreiré a veces, cínicamente entablaré una conversación que no pasará de un sollozo y un estornudo
Estaré en la calma de una ola, y ahí encontrarán mis sentidos
Imperfectos y notoriamente desgastados por las cenizas humeantes
Escaparán de un muelle los diablos que contenían mi maldad, y los encerraré en un incubo;
Lo llevaré silenciado en mi boca a las tinieblas, no tan distintas a las que rodean este escenario a punto de cerrar su cortina
Esta es la función que intenté mostrarles en una palabra, en un movimiento torpe
Mientras pienso como se consume un cigarro, el último de esta vida pasajera
Sentiré que el viento rodea mis venas y la sangre se congela con el mirar de una voz
Serán mis entrañas las que no entregaré en beneplácito adorno o consuelo
Porque más hierba seca no tiene que invadir el mundo
De mis pensamientos renunciaré a todos aquellos que pertenecen a cada uno de los que ame
Se inmortalizarán mis algaradas
Será propició una cámara oscura y un poco de líquidos que completen el tratamiento
De mis letras y mis dibujos, no los quiero amargar con distorsiones de lana obsoleta y caucásica
En el cielo brillará una estrella que no seré yo
Integrarán la paz que no les entregué
Será la noche la que se lleve el postrímero ocaso de los sentidos
No caerán lágrimas de sus ojos
Porque los míos ya lo hacen por ustedes
Y las cabras correrán sus montañas
Las águilas volarán sus cumbres en nieve
Los niños seguirán sus juegos de mármol
Y un exiguo rasgo dejará la piel quieta y confundida
Porque el ángel de la muerte se lleva mi vida anterior
Y un posterior mundo de sueños y fantasías asustadas
Estarán junto a un televisor y un bote de miel de colores...


[16 / octubre / 2001 <>]
[© 2001 Amaro Silveira / Publicado en "Poetas No Leídos" (2003)]
[Foto: Algún Sitio de Internet]

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