Comunión Espacial

MATAMOROS
Artificial
Portal Gleba 2002
Todos los temas compuestos, producidos y ejecutados por Mauricio Plaza Matamoros. Junio 2001 / Enero 2002.
Fotografía de Portada: Heriberto Ledesma.
Producción patrocinada por la Dirección General Estudiantil de la Universidad Católica del Norte.

Antofagasta - Chile.

Recorriendo el Espacio01
Valle Lunar02
Mazinger03
Artificial04
Harto de Ti05
Androide06
Estoy en Círculos Alrededor07
Bonus Track08

El concepto musical electrónico de Matamoros, a mi juicio, está en la búsqueda de sonidos que representan espacios vírgenes, formas entregadas y conformadas a partir del onirísmo de los versos que componen cada pieza.

El horizonte se expresa en un ir y venir de sensaciones turbulentas, canciones extrapoladas en dos puntos que atraen con una fuerza similar a la de un imán en constante enfrentamiento con sus fortalezas y debilidades.

“Artificial”, la primera placa de este músico antofagastino, nos mueve por distintos espacios antónimos, de reflexión, a veces, y de éxtasis inexplicable. Las expresiones electrónicas de Matamoros desnudan el alma de una experiencia renovadora y dificilmente olvidada, que buscan revelar aquellos secretos recónditos de quienes lo escuchan.

Es una odisea que te lleva a recorrer distintos campos íntimos y no menos desconocidos. Te eleva y te tira al suelo, puede llevarte a la alegría exagerada en minutos de intesidad y luego golpearte con la agonía de la soledad y la desesperación.

Artificial es un conjunto muy bien acoplado, ordenado, sistematizado, cuya estructura vertiginosa permite divagar por distintos espacios en cada una de sus pistas. Es un medio de transporte, en definitiva, alejado de cualquier prototipo electrónico comúnmente conocido, donde se mezclan melodías que estructuran una conjunción armónicamente dispuesta para emular un recorrido intenso y descomunal.

La paciencia es uno de los dones de esta obra. Los oídos deben estar preparados para volar, dejarse cautivar por un estilo poco recurrente de hacer música. A veces un tanto lejano y sosegado, pero siempre guardando una sorpresa que nos permite degustar la potencia de las melodías melancólicas y nutridas de vida.

La primera escena de este despliegue arruyador y envolvedor, nos lleva a prepararnos a despegar en un viaje extenso fuera de las fronteras de nuestros sentidos; abrocharse el cinturón y dejarse llevar por el despliegue sonoro de Recorriendo el Espacio es el preámbulo de un barco navegando por intensos mares acostados en un universo tangible pero desconocido.

El mapa descrito por Matamoros converge en un punto: cautivar el deseo, la ansiedad, en un trance pulido milimétricamente. Valle Lunar es la continuación del itinerario, una amalgama que se expande y una voz femenina que penetra el subconciente, la carne que se entrega y debilita ante algún sueño o a esos secretos no materializados.

Cada centímetro esta tomado con la naturalidad de un tiempo que fue bueno, que se acaba y vuelve a comenzar. Es la idea que proyecta la conjunción de Mazinger, un cuento enrredado en juegos de niños y la elocuancia madura del devenir de intensidades onomatopéyicas que desvarian entre el azul del cielo y las tinieblas de la soledad.

La cuarta pista bautiza a la placa debut de Matamoros. Artificial deambula por lugares confidenciales, de secreto, emulando algún capítulo de “24” (Fox) o “Withouth a Trade” (Warner); buscando respuestas sigilosamente, entreteniendo a la mente y la adrenalida en un par de minutos que pretenden desconcertar la atención, mas el resultado es efectivamente otro, ya que su ligación quirúrgcamente ensamblada con Harto de Ti, nos revoluciona, quiere que destruyamos cualquier aflicción, nos compenetra en un mundo de máquinas capaces de desastabilizar el conciente, te lleva a un éxtasis donde cualquier imprevisto y sensación acumulada en el odio, se revele contra lo previamente establecido, dibujando trazos que suben y bajan cardiológicamente.

Y nuevamente vuelves al inframundo, a iniciar la loca carrera, a descifrar códigos enigmáticos, a dejarte llevar por el momento y desnudar todo cuanto posees. La composición de Androide te entrega algunos lineamientos ya aludidos en las creaciones anteriores, acrecentando la moción de encontrar las revoluciones en cada segundo, sin perder el rastro de la esencia guardada en un espacio tranquilo.

La placa electrónica de Matamoros culmina con una insanciable carrera de sonidos en evolución, desde un cándido silencio hasta rasgar la gravedad. Esa guerra entre lo clásico y la modernidad se dibuja como una expresión de la rutina agobiadora, y su voz es el esquizofrénico grito que nace desde las entrañas del alma, en un verso que quiere sacar la energía y despilfarrala en los cuatro vientos, como lo inmortaliza Estoy en Círculos Alrededor.

Un disco que conmueve y que te permite relajar el espíritu, una invitación a la reflexión y al encanto del desencanto, una ambivalencia nutrida por sonidos dulces y agrios, mezclados con la potencia de la pasividad y la energía descomunal del oxígeno penetrando en tu mente como un aguijón.

Se recomienda leer El Proceso de Franz Kafka; las melodías de Matamoros permiten la intromición en el mundo descrito por este peculiar autor que no supo de fama sino después de la muerte.

Matamoros debuta con Artificial y su camino comienza a cimentarse sobre una base completamente sólida, donde busca descubrir nuevas tendencias sincronizadas con su concepción electrónica y musical. Le sobra talento.

Destacados:

Valle Lunar, Harto de Ti, Estoy en Círculos Alrededor.

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Fotos: Matamoros, Generacion99.tk